La huella que deja nuestra actitud es la impronta que dejamos. En la situación que sea: entrevista de trabajo, captación de un cliente, en una red social, en un club de deporte, en una reunión social, en un networking,..., lo que primero mostramos, aún sin hablar, es esa forma de metacomunicación (más allá de las palabras) que ya exhala de nuestra postura y comportamiento. Una actitud abierta invita a acercamiento, a interés, a una inspiración de nuestras células hacia el contacto; sin embargo, el alejamiento que puede provocar una actitud cerrada no facilita la labor intrínseca al ser humano, que son las relaciones. Recordando que somos seres interdependientes, nuestra actitud aporta valor o lo resta en nuestra calidad de vida.
Para reforzar esta comprensión, me ha gustado mucho el vídeo de Victor Küppers en el que recrea, en un estilo divertido y rápido, la importancia que tienen las actitudes en el cambio personal, que puedes ver a continuación.
¿Ya has revisado tu actitud?
Escribir comentario
vblascoi59@gmail.com (miércoles, 08 julio 2015 16:39)
Que bo !!
Mari Carmen (jueves, 09 julio 2015 02:46)
Moltes gràcies, Vicenç. El Victor ha estat fantàstic!