Existe hoy en día un elevado numero de parejas que tienen problemas en su relación, llegando a ser causa de numerosas rupturas. Veremos el porqué de estos
conflictos y cómo mejorar la relación de pareja.
1. Diversas etapas
En toda relación de pareja el amor pasa por una serie de etapas, que van desde el amor pasional y enamoramiento hasta la madurez.
Sin embargo, a lo largo de este periodo las crisis aparecen en algunos momentos, esto es muchas veces inherente a la convivencia, y también a los malos entendidos. Es el empeño y el esfuerzo por
parte de los dos, lo que hace que estas situaciones difíciles se superen y mejore la convivencia.
2. ¿Por qué se producen los conflictos?
Las crisis en la pareja, en muchas ocasiones son la causa de muchas rupturas. Son muchos y variados los motivos que producen crisis
en toda relación:
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Falta de interés por la vida del otro. A veces uno de los componentes de la pareja se vuelve egoísta, está metido en sí mismo, solo busca satisfacer sus necesidades y deseos y no se
preocupa por las de su pareja.
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A veces uno tiene la sensación de que no recibe del otro la misma cantidad de afecto que el o ella está dando, en este caso se puede llegar a vivir la relación como injusta.
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Creer que una vez se ha conquistado al otro u otra ya nunca se irá de nuestro lado, y se dejan de hacer esfuerzos por resultar atractivos e intentar cuidar de la relación día a día, se
descuidan los detalles, la comunicación, el diálogo, etc.
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Descargar el mal humor y los malos momentos en el otro.
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Problemas de comunicación. Es decir, no saber como expresar sentimientos tanto positivos como negativos, no saber escuchar, no resolver problemas que afectan a los dos, etc.
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Pretender que el otro adivine nuestros pensamientos y deseos. Esto es difícil si no se expresa abiertamente.
3. ¿Cómo mejorar la vida en pareja?
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En primer lugar es fundamental tener una predisposición a superar cualquier dificultad. No huir de los problemas e intentar afrontar todas las dificultades juntos.
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Aceptar al otro como es, asumir que nadie es perfecto y sobre todo, no intentar cambiarle. A veces dedicamos mucho tiempo intentando que el otro u otra cambie, y esto es un error ya que
nadie puede cambiar a nadie hasta que tome esa determinación de hacerlo, pero nunca por imposición.
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Buscar actividades comunes para compartir. Esto no quiere decir que haya que estar siempre juntos, ni renunciar a los propios gustos en beneficio de los de otro, pero si tener proyectos e
ilusiones comunes. De esta forma se acaba con la rutina y el aburrimiento que a veces llevan a la pareja a necesitar llenarse de ilusiones al margen del otro. Esto es en definitiva,
desarrollar esa capacidad de aportar novedades a la relación.
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Cuando se tiene un mal día, no se debe descargar el mal humor sobre la pareja. Si intuimos que va a ser así, tal vez sea mejor que nos tomemos un tiempo para estar a solas, reflexionar y
dejar que pase ese mal humor.
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Poner interés en atender las necesidades del otro. La mayoría de las parejas tienen dificultades porque se preocupan más de atender sus propios intereses y deseos aunque ello suponga
desatender a la pareja.
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Expresar sentimientos positivos, es decir, valorar y reconocer al otro, expresar elogios, sentimientos de afecto, resaltar sus éxitos. A veces las parejas se acostumbran demasiado pronto
a lo bueno que puede estar ofreciéndole una determinada relación, llegan a verlo normal y no saben apreciar ni observar lo bueno que hay en el otro. Es importante no solo apreciarlo sino
también reconocerlo y en ocasiones comunicárselo al otro.
Dª. Trinidad Aparicio Pérez