Ya sabemos que no es condición sine qua non el pasar hambre para poder llegar a un estilismo corporal deseable (auto estima) o necesario para nuestra salud. También sabemos que desinstalar unos hábitos alimenticios y de conducta llevan consigo un esfuerzo, que no siempre estamos en condiciones de sostener, con lo que aparece el cruel efecto Yo-yo, que se lleva al traste todo el acto de voluntad realizado.
Tal vez hayas probado multitud de dietas, incluso seas expert@ en qué alimentos van con tu metabolismo y forma de vida habitual. Incluso seas habitual en practicar deporte físico, tengas un bioritmo adecuado a tus comidas,... y aún así el habitar en esa forma corporal de tu agrado y saludable sea la tarea pendiente y frustrante que aún se te resista.
Hay quien, siempre que empezamos el año, incluso cuando volvemos del período estival, allá por septiembre u octubre, se esfuerzan en este propósito, a lo que yo siempre comento, en mis sesiones personales de coaching o grupales, que no se trata de enfocar este deseo en tu cima, sino de buscar más alto (un deseo superior entre tus valores) para poder sostenerlo en "tiempo de rebajas", es decir cuando ya se interpone la desmotivación, la falta de compromiso, situaciones que nos alejan de nuestro propósito ninguneándolo y un sinfín de excusas que sentimos reales. Se trata de un proceso, en el cual, como en todo viaje existen sus altos y sus bajos, por lo tanto, lo suyo, es hacérnoslo fácil.
¿Qué magia hay al respecto?
Esta sería la respuesta clave: amarte!!! Porque, de no ser así, poco influye el que te amen, pues no te llega ese áurea, esa energía que todo lo hace posible, rebota y fluye poco tiempo.
Saliendo de lo muy nombrado y poco experimentado, pues amarse es una tarea diaria, como lo haces o harías con tu ser más querido: escuchar lo que realmente desea, acompañarlo, no abandonarlo, estar a su lado, sostenerlo, atender aquello que no menciona directamente pero tú sientes su solicitud silenciosa... te expongo un corto-medio plazo para poder conseguirlo. Todo depende de tu tempus y alineación con el cambio, y de tu voluntad firme de querer lograrlo. Tiene mucho sentido, ¿no? Quizás ya lo veas más viable.
Por fin suenan las campanas
Hay algo más allá que te impide comprometerte y subir de nivel en tu propia fidelidad, en hacerte discípulo de aquello que deseas alcanzar (disciplina). Se trata de un proceso de coaching en el que se localizan esas creencias limitadoras que te impiden realizar tu camino, no el que otros te dirigen directa o indirectamente, tomar las riendas y no que el caballo de las emociones te arrastre (en plan castigo de la Edad Media). Sabemos de muchas historias cercanas o contadas en distintos medios de comunicación, pero, igual que no le toca a todo el mundo la lotería, pero sabemos que sí es real, el lograr este objetivo, si apuestas por él, también sucede.
La apuesta ganadora es una combinación de coaching cognitivo con coaching emocional (Wingwave®), donde aquello con lo que te peleas internamente para no conseguirlo, lo podemos desensibilizar (EMDR) de manera que ya nada se resista. También te informo que, todo proceso de coaching, se realiza haciendo equipo: el coach y el cliente (lo de la barita mágica aún no la he inventado, todavía has de estar presente en tu vida), con esto se entiende que tu labor y compromiso está en un 70%, el 20% la del coach y el resto las situaciones que facilita la vida. Lo fabuloso es que estás acompañad@, ya no estás sol@ en esta tarea; que da lo mismo las veces que lo hayas intentado.
Si aún lo deseas, date otra oportunidad, te lo mereces. Buscaremos el que te des permiso interno, que hagas acopio de tu capacidad para sostenerlo, que te sientas merecedor-merecedora, y obtener aquellas herramientas versátiles con un resultado piramidal, es decir, que no sólo desbloqueen tu liberación de kilos que no te corresponden, sino también otros asuntos dolorosos a distintos niveles que se hayan adherido.
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