Conéctate
Cuanto más te conectes con tu verdadero Yo, mejor encajará cualquier contratiempo en una de las siguientes categorías:
- Es temporal y se arregla con un mínimo esfuerzo,
- te señala una nueva dirección que te pide que analices qué estás haciendo,
- contiene emociones negativas ocultas o creencias en las que necesitas trabajar,
- prepara el camino para una nueva oportunidad que se está alistando para presentarse.
Si todavía no puedes entender cómo este contratiempo forma parte de un plan mayor, ten paciencia, regresa a tu centro y acepta, por el momento, que la vida incluye algunas incertidumbres que no se pueden explicar. Con el tiempo puede que llegue una explicación y, mientras tanto hay un plan mayor que te lleva hacia adelante. Tu Yo superior siempre te está guiando para que tu estado de bienestar crezca, aunque haya algunos tropiezos en el camino.
Ciertamente, la incertidumbre, al sacarnos de nuestra zona de confort, la conocida, la que ya nos hemos aprendido, sea agradable o desagradable, nos provoca estrés. A medida que crecemos nos vamos acomodando a no asumir riesgos, incluso a quejarnos de "Cómo están las cosas, ..." lo que ata la adolescencia en unos y la juventud en otros era excitante y provocador de aventuras, ahora parece que nos lleven al matadero, cuando algo nos obliga a cambiar.
Cuando no sucede lo que esperábamos solemos sentirnos decepcionados o considerarlo un fracaso. Sin embargo, si podemos ver más allá de la aparente aleatoriedad de la vida y reconocer que siempre trabajamos para alcanzar un propósito más elevado, podemos relajarnos, dar la bienvenida a la incertidumbre y observar cómo podemos redirigir nuestros esfuerzos para contribuir con la imagen completa que se está desarrollando.
Armonizar cuerpo y mente
Te comento un proceso importante que puede ocurrir naturalmente y sin lucha. Tu cuerpo florece en un estado de completo equilibrio que regula billones de células. Una de las cosas que esto nos enseña es el valor de la incertidumbre.
Cada momento contiene un elemento de imprevisibilidad. Tu corazón no puede predecir cuán activo serás en 5 minutos, o incluso en 5 segundos a partir de ahora y, sin embargo, está preparado para cualquier cambio que se avecine. Tu estómago tampoco puede predecir qué tipo de alimentación recibirá, como tampoco tus pulmones pueden predecir la calidad del aire que vas a respirar.
Hay una sorprendente flexibilidad en el sistema mente-cuerpo.
No obstante, a nivel mental, la mayoría de la gente sentimos temor y nos resistimos a lo impredecible, nos resulta estresante quedar inmersos e inmersas en nuevas situaciones o que nos pidan tener nuevos sentimientos, creencias y expectativas.
La magia se erige en convertir tu resistencia a lo desconocido e impredecible mediante una actitud más abierta y de aceptación. Y no hablo de comulgar con ruedas de molino, sino de darte nuevos permisos, de soltarte un poco más, de no necesitar tener todo clarito ni diseñado a tu confort. Cada momento es distinto al anterior, de nada sirve resistirse.
En este aspecto St. Covey lo comenta en un escenario muy gráfico en su libro del 8º hábito cuando nos comenta la anédota en la piragua de querer nadar en contra corriente. Además de esforzarse mucho y agotarse, apenas adelantaba, sin embargo, con un mínimo esfuerzo, en la dirección de la corriente, sentía un rápido avanzar. Significa sentir ese fluir, parar un poco y situarte, tampoco lanzarte a la cascada en plan samurái.
Convertir el miedo a la incertidumbre en una actitud de aceptación
Y ¡no estoy hablando de doblegarnos ni de tirar la toalla y cerrar los ojos, a nuestros principios y valores!
Podemos alcanzar esta superación discerniendo entre un acontecimiento impredecible de un suceso aleatorio.
Imagina a un pintor que trabaja en su lienzo, si hiciéramos un vídeo de primer plano de sus pinceladas, parecería que cada color se aplica de manera aleatoria y que después hace la siguiente pincelada de manera desordenada sobre el lienzo. Sin embargo, en realidad, esta aparente aleatoriedad sirve a un propósito mayor, se está creando una hermosa y cohesionada pintura. Esto significa que los acontecimientos impredecibles, pueden ayudar a un fin creativo.
Es por ello por lo que la gente creativa parece no estar haciendo nada. Incluso pasan por épocas (escritores, artistas del pincel, creativos, investigadores, maestros, ...) en las que sienten que no les viene la inspiración. Se cuentan que tienen que viajar, salir de donde están, cuando ciertamente, si no cambian su estado de ánimo hacia uno más sereno, dará lo mismo allá donde vayan.
Cuando permiten, permitimos, a la mente inconsciente gestar la próxima idea o proyecto y confiamos en ese trabajo silencioso e interno de la mente, sin exigir que haya un plan preestablecido, surgen las mejores creaciones.
Puedes dejar que esta sea tu actitud también, aprende a retroceder, relajarte y observar que ese propósito ulterior se desarrolle. Confía en que esas fuerzas ocultas siempre están trabajando en tu conciencia y, al tener una actitud de aceptación y tranquilidad, permites que tu futuro se desarrolle como se suponía.
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