Desinstalar unos hábitos alimenticios y de conducta llevan consigo un esfuerzo, que no siempre estamos en condiciones de sostener, con lo que aparece el cruel efecto Yo-yo, que se lleva al traste todo el acto de voluntad realizado. Sin embargo, hay herramientas que permiten dominar la parte emocional que te disuade de conseguir tu meta, como el coaching emocional. Muy efectivo para alinear ambos hemisferios cerebrales y conseguir equipo entre razón y deseo.