Esta es la segunda parte del total del artículo resumen de la presentación del perdón de Jorge Lomar.
Yo veo el bucle y elijo paz. Cada vez, ves más. Las palabras, o enfoques de conciencia en sí sólo son palabras, no tienen poder, sólo son un despertador. No confundamos el trampolín (palabra) con la piscina (persona). La vida te pregunta constantemente, ¿vamos juntos o vas por tu cuenta? Y tú te separas y le dices, calla que lo tengo que arreglar y le das la espalda. Si quieres ir con la vida, tienes que soltarlo y dejar al personaje que quería arreglarlo todo.
Las palabras te vienen a decir, suelta, déjate en paz. Despierta, que no existe el caos, que no es casualidad, que eres inocente. Estamos acostumbrados a pensar desde un pensamiento dualista. Y yo constato que soy totalmente inocente, siempre y todos. Este es un pensamiento absoluto, no dual. Vivimos en un estado mental de caerse y levantarse constantemente. Si lo estoy percibiendo incorrectamente, puedo cambiar la percepción. Pero no lo pienses, sólo suelta el cómo lo estás viendo ahora y no fabriques el nuevo enfoque, deja que venga, confía, no lo fuerces. Sepas que tú eres amor, no eres conflicto, ni ataque, eso te lo dice el programa. Cuando una mente ataca afuera, va a atacar adentro. Perdonar es salir del campo de batalla, dejar de luchar, soltar. El programa elijo la paz es un programa que desprograma, pero el del conflicto te va a llevar al bucle. Este programa sería un plan del despertar, un programa de liberación. Pero este tienes que permitirlo, el otro está por defecto. En este tienes que poner tu voluntad, porque el amor no se puede imponer, has de aceptarlo en tu mente. Tienes que elegirlo, como la paz. Estamos aprendiendo a vaciar la taza (cabeza), constantemente. Porque resulta que no sabemos nada.
Según decía Jung, tu consciente está dirigido por tu inconsciente, sin que lo sepas tú, hasta que sea consciente y a esto lo llamas destino.
Me refiero a paz interna, no una modelación del cómo te comportas. Sólo suelta y vive el aquí y ahora. Se trata de una paz que se va instalando en el corazón una vez que la aceptas. Todas las relaciones que tienes con tus amigos, con tu familia, son las necesarias que tienes para liberar tu mente, si quieres. Y si no quieres, volverás a estar en conflicto. Mente programada (cabeza) y mente sin programar (corazón). La mente humilde que permite decir: ¡no sé!, y ¡qué sé yo! La mente racional es la que siempre sabe, la que juzga y critica. Qué se yo de lo que sucede en tu mente, en la mía, en el inconsciente colectivo.
Si no sabes que no sabes vives una desilusión y eso duele. Con la humildad llegas a un punto donde puedes dejar de juzgar, acabar con el sufrimiento y dejar de juzgarte. Por lo tanto, si sufres es que lo has pensado mal. Por tanto, suelta, persónate. Puedo sentir esto sin pensarlo. Puedo estar en paz conmigo mismo pese a lo que ha pasado. Porque lo que estaba teniendo era miedo a sentir. Miedo a la vida, es lo que pretende el programa. Tu primer rasgo de paz, de alegría es sentir que ya estás soltando, recuerda, eres responsable de tus percepciones. Podrías verlo de otra manera. El programa te dirá esto sólo se puede ver de esta manera, es victimismo. La responsabilidad te dice si me siento mal es que percibo mal. Porque en realidad no sé nada. En el momento en que dejo de pensar, elijo ver de otra manera, no sé cómo, prefiero que sea mi ser interior el que me diga cómo tengo que ver esto. Quiero aprender a ver esto de otra manera. Desde mi humildad y mi voluntad de esa comprensión, puede estar enteradísimo por el programa, pero está dentro de ti. La voluntad de amar. Somos iguales, todos tenemos esa capacidad. La unidad auténtica es la total aceptación del otro tal como es. Ahí está tu felicidad y es independiente de lo que hagas, de lo que pase, de tu situación financiera, de tu situación familiar. Pero tienes que descubrir esa independencia, estarás descubriendo un ser que estaba cubierto. Eres incondicional, por fuera seguirá todo siendo igual, pero estarás en paz. Agradecerás vivir, porque todo tendrá sentido. En la vida hay un orden, está todo aquí para que aprendas. No sabes los motivos precisos. Estás aquí para aprender a amar. Amar no es el lío del caballero, ni de padres esforzados, ni romanticismo, amar es estar en este momento, estar bien con lo que hay. Si estás en paz, en amor, estás aceptando en tu mente. No hagas más caso al profesor loco del conflicto, te dirá sigue luchando porque hay que participar.
Estar en momento social de "paro", sin poder ver la oportunidad de cambio que nos ofrece la vida.
Todos los motivos de lo que pasa están en el inconsciente colectivo. No me juzgo, me entrego a la vida, me doy a la vida. Hago entrevistas, me motivo, me muevo, estoy con la vida y con mi sentir. Me integro con esa aceptación. ¿Por qué va a ser malo quedarse en paro? Pero se despliegan otras cosas. De qué me sirvió preocuparme. Cuánto me sirvió confiar en la vida, de todo, a todo. Es con lo que impregnamos nuestra vida. Lo que pasa ahora no puede ser de otra manera, sólo pasa lo posible. Y no pudo ser de otra manera. Si aceptas y estás en gratitud con este momento, la tienes con todos los momentos pasados y los que vendrán, porque siempre está pasando este momento. Tú eres conciencia y sólo estás viviendo este momento.
Los pasos del perdón.-
1er paso del perdón: Aceptar el sentir, ensayar la sensibilidad.
2º La responsabilidad, dejar de proyectar, dejar de sentirte una víctima, nadie te ha hecho nada. Es mi interpretación la que me está haciendo daño, soy responsable.
3º Si es mi interpretación la que me hace daño, ser humilde, saber que no sé nada. No lo sé y ni voy a adivinarlo ni a suponerlo. No necesito saberlo para estar en paz. Elijo cambiar mi manera de ver esto me abro. Quiero que sea mi maestro interno el que me enseñe a ver esto.
4º Acepto lo que hay tal como está. Acepto la situación tal como es, porque no puede ser de otra manera, ni en el pasado pudo ser de otra manera. No puedes regresar al pasado, no existe, es un recuerdo. Hoy ves lo que ayer no veías, pero no puedes exigir haber visto ayer lo que hoy ves. Eso se le llama culpa. Pero eres inocente, aceptación, paz. Aceptación es un sentir, resignación es un pensar, tienes un sufrimiento: te opones a lo que pasa, pero que no se me note. No es lo mismo. Tienes ira, pero que no se me note, el personaje no quiere ser visto, tiene miedo de ser rechazado, juzgado. Arrójate a cambiar tu mentalidad, pues sufrías, es muy bueno.
Es una experiencia espiritualidad, cuando puedes aceptar a alguien que ayer inculpabas.
Tu acción externa que no reemplace nunca a tu acción interna. Puedes quedarte, irte, lo que desees y perdonar o no perdonar, elige. Pero ahora elije paz internamente.
Programa=condicionamiento=inconsciente colectivo.
El inconsciente colectivo es lo que intenta evitar que tú accedas a una conciencia plena. Según Jung, el consciente es tu conciencia aprisionada por el inconsciente, lo que hacemos es liberarnos del inconsciente porque tú, con tu propia libertad de conciencia dices: entrego el consciente que me aprisiona, lo suelto. Porque creía que me protegía, que me defendía para decirte lo horrible que es la vida.
Si temes perdonar a amigos, trabajo, etc. esa idea es un punto de vista, una interpretación del programa. Si lo ves más claro, te darás cuenta de que nunca has perdido nada.
El ejercicio del perdón se ha de hacer con voluntad, conscientemente, es una labor diaria. Es un camino, una forma de vida.
El proceso de duelo es desde que crees que has perdido algo hasta que te das cuenta que es un proceso del perdón. Te das cuenta de que todo es para tu comprensión, siempre estás dispuesto a ganar comprensión. Aunque nuestro personaje piense que hemos venido a ser tal o cual personaje.
Alguien puede pensar que es más listo que la vida, entonces entra en crisis, sufre y se la cree, precisamente porque se crea la crisis se la cree. Vas a perder sistemáticamente todo lo que necesitas. Mientras tu apego te haga creer que lo necesitas, sufres. Como aún veo que sufro, quiero verlo de otra manera, elijo paz.
Quien no haya de estar en tu vida no va a estarlo. Pero esto siempre pasó. Lo bonito es sentir alegría en lo que veas en cada persona. Tu mente seguirá preguntando porqué, pero yo no lo sé, simplemente viene de otro mundo. Lo que sientas tú lo vas a compartirlo, sin pensarlo, en cuando sea real para ti, lo compartes. Todo poder auténtico lo compartes, supero a lo separado, al ego, a lo independiente.
El camino del perdón te pide poco, simplemente que apartes tu pasado, que lo sueltes. El ego te hace creer que eres un personaje que controla lo que te sucede en la vida. Pero estás aquí para comprender lo que sucede, no para modificar que suceda. El cuerpo es una herramienta desde lo que operas para tú seguir aprendiendo, es un instrumento de aprendizaje. Por eso empieza y se acaba. Tú eres algo que perdura, eres comprensión. Es un viaje muy bonito, iluminar significa elegir paz. Todas las relaciones están perfectamente establecidas para poder liberar ese apego, eso que necesitas está sucediendo.
En el instante en que estás en conflicto, tienes algo que perdonar, de lo contrario no estarías en conflicto. Con la aceptación ya no tienes nada que perdonar. Hasta que te des cuenta, perdona. Hay veces que tenemos resistencia.
PER DONAR: DONAR: DAR. DAR CONSTANTEMENTE.
PERSEGUIR: SEGUIR CONSTANTEMENTE.
Dar constantemente otra mirada, dar constantemente a que sea sanada, a disposición del amor. Tenemos que seguir dando lo que nos sobra, lo que no es nuestro ser, lo que no es verdad, lo que no es auténtico. Hay que seguir dando.
ESTE PENSAMIENTO NO LO CONTROLO, NO LO JUZGO, LO DEJO IR. CONFÍO EN EL MOMENTO…
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