¿Tus relaciones no son todo lo satisfactorias que desearías?
Todo está en ti. Todo está dentro. Todo fluye de la relación interior que tienes contigo mism@, pero como esto es muy doloroso de ver, echamos "pelotas fuera" y creemos que alguien o una situación nos provoca este estado. Y lo transformamos en nuestra realidad. Después de todo, esa es la tarea de nuestro ego: protegernos del mundo. Venimos dependientes totalmente de nuestro cuidador y recibimos ciertos "dogmas" y formatos de relacionarnos, de forma directa o indirecta, es decir, aquello que cada uno traducimos de las situaciones y vivencias.
Sin embargo, la vida es nuestra aliada y, si te permites fluir y volver a retomar tu relación interna desde una visión más amplia, inicias un proceso de observación propia que te lleva a una conciencia de que tu comportamiento es tan sólo una reacción del cómo te cuentas las cosas, pero estarás de acuerdo que no siempre te las cuentas de una forma ecológica: de acuerdo a tus valores, a tu bienestar, al bienestar de tu familia, amigos y entorno.
Amplío, a continuación, el mensaje de Jorge Lomar en una de sus conferencias. Son cápsulas de conciencia que, sugiero acompañes con un momento de paz, con tu té, tu serenidad...
Este pensamiento no lo tengo, no lo controlo, lo dejo ir. Confío plenamente en mí, en este momento.
Momento cumbre para dejarnos en paz, para culminar en tus relaciones.
Para abrirnos a algo nuevo es importante soltar, estar dejando espacio para eso nuevo.
¿Cómo soy feliz ahora?, estando en paz ahora. He decidido ser feliz. Elijo consistentemente la paz.
Primero de todo, déjate en paz. Déjate de culpar. A pesar del programa de nuestra mente conflictiva que nos hace pensar que en este momento estoy mal. Cuando lo piensas así, ya estás sufriendo.
"El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional" Buda
Puedes estar muy mal porque está muy mal perder a un ser querido, un duelo. Tenemos un programa de conflicto que te hace creer que este momento está mal y que tenemos que sufrir. Como si tu situación negativa arreglara algo. He aprendido que en este momento está TODA TU FELICIDAD. Porque no irás buscarla, porque no la recibes si estás en este momento. Ese programa de conflicto, sacrificio, culpa, ataque. Es como si ese programa te atacara a ti, en lugar de permitirte estar bien, te atacan enfadándote por cosas que no existen; suena un móvil en mitad de la conferencia…pues suena un móvil y no por eso voy a dejar de ser feliz. Para qué sirve este programa, si ya está, ya ha sonado el móvil. ¿Te crees que alguien va a arreglar algo porque tú sufras? Entonces es un pensamiento disfuncional. Es una crítica y no hay la constructiva, pues no resuelve.
Si crees estar en crisis es porque tienes un crítico dentro enorme. Como hay una conciencia de crisis, tenemos que criticarnos mucho. Crisis, etimológicamente, significa ruptura. La propia palabra te pone en un estado defensivo, eso no es paz, si te estás defendiendo es porque tienes miedo. Paz es que no te exijo nada, me puedes entender, gustar, etc., me es igual, todo me parece bien, no te crítico. Porque no hay crisis en mi mente. No hay ruptura entre tú y yo, si eres igual que yo no hay crisis. Estoy en paz. Estoy bien en este momento. Nos hemos unido en la voluntad de estar en paz. Cuando confías en este momento, estás en aceptación, estás en paz, no tienes miedo de este momento. Eres uno con este momento, eres uno con el presente, no estás separado con este momento, enfadado con lo que el otro te hizo, enfadado con lo que va a pasar, con tu temor. Estás ya oliendo esa paz que está en tu interior. Sólo ha dependido de tu sueldo, de tu trabajo, ha dependido de tu estado mental.
Lo objetivo del perdón: la paz es el perdón consumado. Cuando estás en paz no necesitas del perdón. Decido estar en paz y creo un puente que va más allá de mi ego. Y así momento a momento, perdón a perdón, usas tu vida para liberar tu mente.
¿Quién te pone el límite para liberar tu mente?
Si el autobusero te cierra la puerta, entras en crisis, le culpas, pones sufrimiento a tu mente. El autobús se ha ido pero tú sigues con el autobusero y repasas en tu mente todo el circuito, mortificándote nuevamente. Tienes un pensamiento pegajoso: ¿qué le costaría abrirme las puertas a este señor? ¿Tendrá algo contra mí? Estás mal, estás sufriendo, en crisis. Podrías estar tranquilísimo esperando al siguiente autobús.
Estamos hablando de un nuevo concepto del perdón que permite todo en el aquí y ahora. Elijo paz, me dejo en paz. Aquí empieza el perdón. Todo lo que dices, lo que haces, todas tus relaciones tienen que ver con tu estado interno. Y luego ocurrirá por afuera por ese mismo efecto. El programa es lo que hace, programarte. Estar en paz es desprogramarte. Tú siempre estás bien en tu estado interno, pero hay un programa de conflictos que se activa. Piensas, si elijo paz ¡la gente va a hacer conmigo lo que quiera! ¿Cómo lo sabes? Si siempre has estado fijándote, midiendo, mirando lo que puedes y no hacer. Como si la vida no estuviera a tu lado y tuvieras que buscar nuevas estrategias, en base al pasado, para estar alerta. Eres víctima de tu pasado, si ha pasado, puede volver a pasar. Y lo bueno que ha pasado lo puedes perder, tienes que estar al tanto… ¿esto es estar en paz? Si tan importante es lo que los demás piensan, entonces te desocupas de tu estado interno que te está diciendo a gritos: déjate en paz, no te exijas…
La palabra sufrir viene del verbo "sufferre" . "Ferre" quiere decir algo así como: llevar o soportar.
"Sufrir es más fácil que actuar". Bert Hellinger
De repente salen un juez y una víctima en ti mismo. Intentas cambiar, te maltratas, reprochas, exteriorizas y comunicas con otro desde el ego: ¡yo tengo la razón, no la tienes tú!!!
¿No sería más fácil ser feliz, estar en paz? No has venido aquí justamente a estar feliz, a ser paz, aceptación, amor, comprensión… ¿y si fuera eso realmente la función de tu vida? ¿No daría más resultado a tus relaciones a no entrar en conflicto?…y poder detectar el programa de conflicto. Dentro de ti hay un gran maestro que te dice constantemente, déjate en paz, eres inocente, siempre lo has sido. Pero grita el programa de conflicto: esto no va a ser así, no puede ser. Y si localizas ese programa y ejecutas un cambio de percepción. Tú te has enfadado con tu imagen mental del autobusero. Bastaría con que cambiases tu imagen mental del autobusero para dejarte en paz. Dentro de ti tienes una comprensión, sabiduría, con la que te quieres reintegrar, con tu auténtico ser y ver esto de otra manera. Este es el primer paso; quiero ver esto de otra manera.
Este mecanismo del perdón, no tiene que ver con el habitual. “Me has fastidiado, herido, tú eres culpable: te hago pullitas, te soy indiferente, …voy castigando. Hasta que llega la otra persona y te pide disculpas. Entonces evalúo: ¿habrá sufrido ya tanto como yo? Lo calibro, pero para el programa la justicia es venganza. Pienso, bueno sigues siendo una basura, pero como yo soy tan bueno, te voy a perdonar. Tú sigues siendo basura. Esto no es perdón, no es paz, es una función de teatro. El ego no perdona, no tiene nada que ver con tu crecimiento interior ni tu paz. Esto es una nueva trampa, lo he visto y me libero. Se lo doy a mi paz. Esto significaría que pones, como prioridad en tu vida estar en paz.
¿Sabes la cantidad de cosas que puedes hacer estando en paz?
Si tu interior está vigilando el conflicto para estar en paz, lo puedes conseguir. Pero el programa te aconseja que sufras, atácate, enfádate contigo mismo. Tú eres pura comprensión, mereces estar en paz, confiado. Cuando lo estás, eres puro aprendizaje, estás cooperando, la cooperación y el miedo no ligan.
No estás cooperando con la vida si temes la vida, elijo paz. Te estoy hablando de un camino profundo, de una prioridad de vida. De un camino espiritual en el que me voy a reconocer como comprensión, amor, aceptación. Cuando entras en este momento, estás en paz, y comienzas a entender que toda tu felicidad está en ti. Perdonar no tiene que ver con pedir o dar perdón. Requiere de tu fe, algo más allá de este mundo. Ese grano de mostaza está dentro de ti. Hay que hacerla crecer y que libere tu mente. Si sufro, estoy percibiendo mal. Pero, para saber que estoy sufriendo, tengo que ser absolutamente honesto con lo que siento. Por ejemplo, siento que llueve. Estás constantemente sintiendo. El 1er paso del perdón es sensibilidad, mínimo dramatismo. Esto significa no juzgar a tu sentimiento, ni siquiera ponerle una etiqueta. Siéntete. El perdón es interno, no externo. Tú lo sabrás porque sientes que ya no hay crisis con el otro. Le estás mirando y tu mirada es amable. Ya le estás mirando y te dices, claro, hace lo que puede, como todos! Es una oportunidad, porque no existen las casualidades. Todo está para ser perdonado. El perdón no es sacrificio. La vida te pondrá aquello que te parece inaceptable delante de ti. Es ahora cuando has de elegir marchar, separarte. Es deshacer la creencia de que sufras ahora. No tienes que sufrir preocupándote, haciendo una serie de cosas que son locuras y que no sirven a nadie ni a nada. Eso es sacrificio, va a brotar de tu estado interno espontáneamente. No hace falta que lo clasifiques, es una distracción del programa, en vez de estar con lo que sientes. Se trata de respirar con lo que sientes, deja de pensar y siente ese momento, aprender a sentir sin pensar, sin juzgarte lo que sientes. Aceptándote. Cómo vas a aceptar a la otra persona si no lo haces contigo. Si el otro está triste, vas a estar triste, si el otro tiene miedo vas a sentir miedo, si el otro está rabioso va a sentir rabia. Si no puedes atenderte sin juzgarte, sin clasificarte. Has de separarte del programa, vuelve está en ti. El otro no está aquí. El autobús se ha ido. Y por mucho que te preocupes por tu hijo, porque no llega a la hora, el móvil lo tiene apagado. Además cuando llegue tu hijo le vas a echar una bronca, que te cuenta el programa que eso es educación. El programa es un bucle, y tú te identificas con el bucle: si le hubiera dicho esto a mi hijo….no estás haciendo nada con el mundo, hay por ahí una loca idea que dice que con esto estoy haciendo algo productivo.
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Fina (miércoles, 08 junio 2016 18:14)
Delicioso artículo. .totalmente de acuerdo. .Como ser humano este es uno de los más grandes aprendizajes. En esos pensamientos y creencias de que todo lo bueno o todo lo *malo* sucede externamente y de como eso nos afecta. Sé que esta en nuestra gestión de emociones y sé que toda responsabilidad es nuestra. Me pregunto si lo conseguiremos en esta vida. Aquí y ahora. Yo confió pr también sé que es una ardua labor. Cuanta más conciencia tenemos más difícil parece pero sin embargo estamos más cerca de conseguirlo. Somos Especiales porque todos los que estamos aquí tenemos la gran oportunidad de Crecer. Gracias por tus artículos fe gran valor y gran aprendizaje. Abrazos de Luz
Mari Carmen (jueves, 09 junio 2016 00:02)
Muchas gracias, Fina. Un honor tu sincronía y apertura. Namasté.
Maria (lunes, 27 mayo 2024 13:56)
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