55.- Talento, tu aportación

La forma más rápida y fácil de descubrir tu Talento es observar qué cosas haces sin esfuerzo, de distinta manera que otros, con las que disfrutas y gusta a otros.

A lo mejor realizas las mismas cosas que otros, pero pones ese sello propio, personal, eso que encanta a otros y lo ven fascinante en ti!

Imagina a qué te dedicarías si no tuvieras que "ganarte la vida con ello", que incluso pagarías por hacerlo. Aquello con lo que muchas veces has jugueteado y no te lo has planteado como profesión. Sencillamente porque parezca un hobby, y no le hayas dado la importancia que esperas detrás de la palabra "modus vivendi". Sería maravilloso, ¿no crees? Pues estás a un paso de ello. Es tan sencillo como escucharte, observarte, alinear tus valores con aquello que disfrutas haciendo y ver lo que aportas al mundo con eso. 

¿De qué estamos hablando? ¿De alimentación, ocio, deporte, manualidades, creatividad, diseño,...? 

Cuando mis clientes, aquellos que contratan un proceso de coaching para un cambio de trabajo, su primer trabajo o que se han quedado fuera del mercado laboral, entran en estas dudas y desean descubrir su talento, nos ponemos la bata blanca de laboratorio e iniciamos esa fascinante búsqueda de su propio recorrido interior, de esa voz que muchas veces hemos apagado por condicionamientos sociales, culturales y/o familiares: "¡Con eso no te vas a ganar la vida!", "¿para qué vale eso?", "¡eso es una tontería!". Se parece a la vocación (poner tu voz interior en acción), sin embargo, el talento es un ser vivo al que alimentar, sino nos apagamos y dejamos de aportar.


En las escuelas de negocio indican varias vertientes como modelos a seguir, a saber:


  • Si ves que algo funciona, cópialo. En mi opinión, esto puede que funcione, pero será siempre y cuando tus valores estén alineados con la tarea que vas a desarrollar, de manera que te retroalimente y puedas disfrutar y sentirte útil. 
  • Observa las necesidades del mercado que puedas cubrir. Con la observación de aquello en lo que la sociedad va girando nacen diferentes necesidades y, de ahí, nuevas profesiones. En este caso sucede que, de pronto, hay un boom en un mercado parecido con una serie de "expertos en la materia" sin apenas experiencia, pero que buscan una oportunidad laboral donde acogerse, sea de su talante o no. De la misma manera nacen escuelas mejor o menos preparadas que lanzan distintos profesionales, a veces sin requerimientos previos. En este punto, entra en sintonía la cita de Stephen Harper "La clave del éxito es encontrar personas que no tengan satisfechas sus necesidades en absoluto o lo suficientemente bien, y desarrollar y ofrecer lo que ellas quieren, no lo que tú quieres". 
  • Busca personas afines a tus gustos y tendencias y únete a ellos en el proyecto. Este planteamiento puede ser una mejor opción, pues cada uno tenemos una energía de equipo distinta pero complementaria. Hay personas con mucha iniciativa creativa en iniciar proyectos, pero que se aburren enseguida y no son capaces de mantener un medio plazo o llevar a término el proyecto. Si en este equipo se une otra persona o personas que les encanta hacer crecer el proyecto, con la idea inicial creada por otro, el entusiasmo crecerá. Hay otro tipo de personalidad a la que le encantan los retos y con mucha perseverancia, a los que les gusta culminar los proyectos, darles larga vida y cuidar hasta el último detalle. Esta es una de las más apropiadas tendencias de coworking, es decir, cooperación entre varias personas que dan vida a un proyecto común, pero con sus propias y distintas fortalezas, generando oportunidades. 
  • Crea tú la necesidad. La venta emocional es una de las más efectivas y atrevidas. Se trata de una de las técnicas más antiguas: generar felicidad. ¿Has observado cómo venden Nespresso, BMW, iPhone, ...? En plena "crisis" han creado un producto, más allá de lo meramente funcional. Han lanzado una serie de matices "mágicos" con los que aportar esa chispa de ilusión diaria, ese más allá energético con el que te sientas mejor. Generan un estado anímico que crea la diferencia. Son proactivos, nace competencia, pero siguen innovando. No se acomodan y recrean en lo construido, sino que continúan con su proyecto de aportar esa diferencia, ese mensaje vibrante hacia un "cash emocional".

Sin embargo, hay tantos proyectos como personas somos. Cada uno tenemos nuestro público, nuestro momento de apertura y de descubrir lo que, en cada etapa, vemos importante para nosotros y hallamos la forma de mejorar nuestro entorno y el mundo desde nuestra aportación y acciones. Nada es estático, como dice el físico cuántico David Bohm, cuando cita el arroyo como un fluir continuo.

La presentación que muestro a continuación, habla del Talento en su particular lugar de expectación. Si no lo exponemos en nuestro público objetivo, el target, aquellos que entienden desde ese lenguaje, en el marco específico, creeremos que no llega. Es una búsqueda, dentro del sentido común, como lo sería tener claridad en no llevar un traje de noche para ir a la playa o ir a una representación teatral en zapatillas deportivas o asistir a un concierto de jazz en biquini. Sencillamente mostrar nuestro talento a aquellos que lo puedan apreciar y valorar. Entonces aportaremos valor y disfrutaremos de lo que hacemos, dando lo mejor de nosotros mismos.


Escribir comentario

Comentarios: 0